Nuestra

Historia

Molinos del Carmen


Federico Miller

La fundación del molino data de 1879, cuando el Sr. Federico Miller originario de Alemania y siendo el mecánico molinero llegó a los Estados Unidos en el año de 1865 como instalador de molinos con la tecnología europea. En el año de 1869 monto su primer molino en México en Villa de Fuente, Coahuila y diez años después en 1879 fundó Molinos del Carmen en Celemania, Coahuila generado con fuerza hidráulica del Rio Nadadores siendo el primer molino en la región con sistema moderno.

Durante la revolución, en el año de 1913, el molino, que esta cerca del paso del ferrocarril, fué destruido por un incendio provocado por las confrontaciones entre los carrancistas y los federales.

El molino quedó en ruinas, destruído en su totalidad, quedándo solo unas paredes de pié. Cuando Don Venustiano Carranza llegó a la presidencia, recibieron una indemnización por los daños sufridos durante la revolución aunque esto no cubría toda la pérdida.

Después del incendio, no se dieron por vencídos y el Sr. Erique Miller Riojas, continuando con la tradición, construyó rio abajo otro molino, aunque de menor capacidad que el anterior. Allí estuvieron trabajando ininterrumpidamente, sin dejar de producir harina.

A mediados de los 40’s, con la fundación de Altos Hornos la región vivió un gran auge que vino a aumentar la demanda de harina. El negocio fué prosperando hasta que llegó un momento en que el molino era ya muy chico para satisfacer la demanda que tenía el producto, entonces entre 1950-1951, el Sr. Mario Miller Garza y sus hermanos decidieron levantar el molino viejo, el que fué quemado, y ya con maquinaria mas moderna (en ese entonces) se aumentó la producción a 12 toneladas por día.

Así fue creciendo el negocio y en 1984 se modernizó gran parte de la maquinaria que era ya obsoleta, aumentandose la capacidad diaria.

Una tradición que va de

Generación en Generación

Enrique Miller Riojas

Una tradición que fundó el Sr. Federico Miller con la instalación de Molinos del Carmen, viendo realizados su proyectos.

Fué en la época de la revolución cuando el molino sufrió un incendio que lo destruyó totalmente, siendo el Sr. Enrique Miller Riojas quien construyera otro molino continuando asi con la tradición.

Con el desarrollo de la región en la decada de los 40’s el Sr. Mario Miller Garza y sus Hermanos reconstruyeron el molino aumentando la capacidad de producción a 12 toneladas por día. Y ahora con una capacidad de 40 toneladas diarias, esta presente la cuarta generación, quienes participan en la historia del molino.

El apoyo que existe entre el molino y los campesinos ha sido mutuo, apoyando y promoviendo la siembra de trigo, abasteciendose de esta manera de su materia prima. Creciendo paralelamente con la gente, para el bién de la comunidad.

En sus inicios, el molino era principalmente de maquíla ya que en ese entonces los productores de trigo necesitaban quien se los procesara y el Sr. Federico Miller al fundar su molino les recibía el trigo y se los regresaba como harina.

La gente venia con su trigo y se esperaba de 1 o 2 dias para llevarse su harina o bien, dejaba el trigo almacenado y mes con mes venia por la harina que le correspondía.

En la decada de los 40 y 50 Monclova empezo a crecer a un ritmo muy acelerado y con la introducción de carreteras y mayores medios de comunicación fue cuando empezó realmente la comercialización y disribución. Se abastece a la región centro de Coahuila, que sigue siendo el principal punto de distribución y conforme a ido creciendo el molino, se ha aumentado el mercado. Ahora abarca la misma región centro de Coahuila, la región carbonifera y los 5 manantiales y el norte del estado que es Acuña y Piedras Negras. Al sur se distribuye a Monterrey, N.L. donde continuan creciendo en este mercado que es tan importante.

Proyectos

Mario Miller Garza

El proyecto principal de Molinos Miller es seguir con la tradición de producir harina en esta región, en ese molino que sigue funcionando desde hace tantos años. Ademas de seguir crenciendo en el mercado ya que poseen la capacidad para aumentar la produccion de 40 toneladas que son actualmente a 52 toneladas diarias.

La meta es seguir siempre hacia adelante como hubieran querido sus ancestros. Es toda una tradición muy arraigada que ya forma parte de la historia de la región y que si una revolucion no la detuvo, una crisis tampoco la va a detener.